El objetivo Summitar de Leica 50/2, es muy agradable de usar, cómodo por la posibilidad de plegado y poder usar las fundas eveready. De poco peso y muy alta calidad de construcción, aunque con un recubrimiento antireflectante, un tanto delicado, al que hay que tratar con extrema suavidad, siempre que limpiemos las lentes, tanto frontal como trasera.
Yo estoy muy acostumbrado a las focales "normales" de 50mm y sólo uso otra distancia focal, para montar un 35mm. Al resto de focales, les doy un uso muy esporádico.
La Leica M3 no tiene marcas para focales más cortas que 50mm, sin usar visores externos ni lentes adicionales, así cómo la Leica IIIf, que sólo tiene la posibilidad de usar un 50mm, si se quiere usar el visor incorporado en la cámara, sin añadir otro visor externo.
Como sistema de protección de la lente frontal, yo suelo usar siempre un parasol, a poder ser rígido (de metal o de plástico) y no de goma. Además, las lentes anteriores a los años 70, no tienen unos recubrimientos muy efectivos y suelen padecer de un efecto flare, bastante acusado. Este efecto se produce, por la reflexión interior de la luz que penetra en el objetivo, sobretodo, de los haces de luz, que penetran de forma inclinada (no paralela) al eje central.
Si usamos un parasol, se reduce en gran medidas, este efecto flare. Es también por eso, que como el 80% de las lentes que uso, son anteriores a los años 70, se hace casi imprescindible usar el parasol, para obtener buenos resultados.
Leica realizó un parasol exclusivo para su objetivo Summitar, pero que hace que sea el único objetivo que uso sin parasol. Creo que con las imágenes, se puede entender bastante bien el motivo:
Parasol para Leica Summitar, cerrado.
Parasol para Leica Summitar, abierto.
Monatado en una IIIf
Vista general.
Objetivo plegado, con tapa.
Objetivo plegado, destapado.
Objetivo desplegado, listo para usar.