Las cámaras más antiguas de la marca Leica, anteriores a las de la familia M, en las que no se puede abrir la tapa trasera, para cargar la película, eso ocurre en todas las versiones de las familias I, II y III, es necesario, que el extremo inicial de la película, esté cortado de una manera determinada. Este corte es diferente al corte estándar actual.
Hay que tenerlo muy presente, ya que si no se carga la película, con este corte especial del principio, se daña el obturador y la reparación es bastante costosa.
Si la cámara no ha sido manipulada y se conserva de forma original, todas las cámaras Leica, que necesitan este tipo de corte de la película, viene indicado a través de un pictograma, pegado en la base del cuerpo de la cámara, para advertir al usuario de esta necesidad. Esta es la advertencia que encontramos en las cámaras, al retirar la base, para cargar la película: