A lo largo de los años, he tenido la oportunidad y la gran suerte, de probar muchos tipos de bolsas, para mi equipo fotográfico. Bolsas de diferentes tamaños, de diferente concepto, constitución, material de fabricación, de muchas de las más famosas marcas, cómo Lowepro, Samsonite, etc. pero las que más me gustan, con diferencia, son las de la marca Billingham.
Son bolsas ligeras, suaves, bien construídas, adaptables, rápidas de abrir y con poco aspecto de bolsa fotográfica.
Si bien es cierto, que su precio es elevado, debido a su durabilidad, existe un mercado de segunda mano, extenso, variado y muy interesante, a precios más ajustados.
A lo largo de los años, me he ido haciendo con algunas bolsa de la marca y nunca me han defraudado. No todas tienen las mismas características y entre algunos modelos, hay bastante diferencia, pero todas ellas cubren las necesidades del fotógrafo más exigente.
Está claro, que no son bolsas pensadas para ser muy maltratadas, ni para condiciones muy duras y no se van a encontrar muy bien, en la montaña o realizando deportes extremos.
Se fabrican en tres colores, negro, verde y color crema, que es el que más me gusta a mí.