Historia de Leica.

Factoría ERNST LEITZ
No cabe duda que Leica tiene una más que interesante historia a sus espaldas y que no es muy conocida.

Empecemos por explicar el nombre que dio nombre a estas míticas cámaras y que aparece del acrónimo de Leitz-Camera y de ahí LEICA. A la fábrica "madre" Leitz, creada por Ernst Leitz, dedicada al diseño y la fabricación de dispositivos ópticos, como por ejemplo microscopios, le cambió radicalmente la historia, cuando apareció un ex trabajador de una de las empresas competidoras, de gran prestigio a trabajar para Leitz. Esa persona fue Oskar Barnack y la empresa de la que procedía, la prestigiosa Carl Zeiss.


Barnak, al que le afectaba una enfermedad que le causaba gran debilidad y que le afectaba en el desarrollo de su afición, que era la fotografía, debido al gran tamaño y elevado peso de las cámaras que se fabricaban en aquella época. Barnack tuvo muy claro desde el principio, que para que él pudiera desarrollar su afición, se debería reducir el tamaño y el peso de la cámara. Como no existía ninguna en el mercado, decidió desarrollar una propia.


Para empezar, tuvo que partir de un formato de película más pequeño que el utilizado entonces, que 9x12cm era de lo más reducido, de lo usado habitualmente. Para ello, usó la película perforada de cine de 35mm, que hasta entonces, no se usaba para fotografía. Barnack tuvo que diseñar y desarrollar incluso los chasis dónde se dispondría la película y que se les llamó FILCA.

Reducir el formato conllevaba algo importante, a menor tamaño de negativo, menor calidad de la copia en papel, ya que los errores y aberraciones de la óptica utilizada, eran magnificados todavía más. Eso no fue un problema que achantase a alguien que procedía de la sección de Investigación y Desarrollo (lo que hoy llamamos I+D) de una empresa como Carl Zeiss y tampoco para una empresa experta en la fabricación de microscopios y ópticas como Leitz. Así que desarrolló también unas ópticas específicas para la nueva cámara, que han sido y son, el estandarte de la marca.

Primera Leica
La nueva cámara era tan pequeña y ligera, que se podía llevar en el bolsillo de la chaqueta y cualquier persona podía usarla, incluso con alguna limitación física, como fue el caso de su creador. La óptica, tan sublime, que conseguía una calidad inusitada hasta entonces y permitía conseguir imágenes bien definidas en unos negativos tan pequeños, para la época. Como no podía ser de otra manera, la cámara generó gran revuelo y todo el mundo habló de ella, lo que provocó un lanzamiento al estrellato de la marca Leitz. Tanto fue así, que se buscó un nombre específico para esa cámara única y se usó el acrónimo LEICA.

El mundo LEICA acababa de empezar y el éxito llegó como un tren a toda velocidad. La empresa supo gestionarlo y no murió por ello, si no que continuó el desarrollo hasta nuestros días, no sin algún que otro bache, que por suerte pudo superar. Un mundo de posibilidades se había abierto y se desarrollaron multitud de dispositivos (cada uno con su nombre específico) que dieron rienda suelta, casi infinita, a la imaginación fotográfica.

Un poco de historia sobre Ernst Leitz

Carl Kellner
Ernst Leitz I (1843-1920) fue socio del "Optical Institute" (fundado en 1849 por Carl Kellner, para producir microscopios) en 1865, cuando sólo contaba con 12 empleados. Se asoció con la viuda del fundador original y su esposo, Friedrich Behltle (quien había sido aprendiz de Carl Kellner y luego se casó con la viuda, cuando Carl Kellner murió en 1855 de tuberculosis a la edad de 29 años.





Ernst Leitz I (1917)
Cuatro años más tarde, en 1869, se hace cargo de la gestión exclusiva y la expande bajo su nombre: Ernst Leitz Optical Industry. Veinte años después, la empresa ya contaba con 120 empleados y vendieron su microscopio número 10.000.
La compañía se administraba como una empresa familiar, donde los hijos tomarían el trabajo de sus padres y habitualmente, permanecían en la misma empresa, 2 o 3 generaciones. De hecho, también entre los empleados, los hijos y los nietos suelen seguir las carreras de sus padres en empresas como Leitz.

La propiedad de la familia Leitz durará más de 100 años de esta manera, hasta que tuvieron que comenzar a vender en la década de 1970.


Ernst Leitz II


Prueba realizada por Oskar Barnack de su cámara en Wezlar